Antes de comenzar este nuevo apartado, me informé un poco sobre todo este tema. Lo que a muy grandes rasgos descubrí es que la Educación en valores consiste en la transmisión de principios, valores y creencias que orientan a los humanos en la práctica de unas conductas sanas que sean útiles para ayudarles en su desarrollo y conocimiento personal.
Como profesores considero que tenemos dos objetivos principales en este tema:
En primer lugar tenemos la misión de prevenir y solucionar las conductas antisociales por la falta de valores, y en segundo lugar, cultivar en nuestros alumnos una actitud mental positiva, la cual es indispensable para la felicidad humana. Por eso considero, que educar en valores viene a ser lo mismo que educar para la felicidad.
Continúo con mi investigación sobre esto, y de lo que me doy cuenta es de que cada vez hay más instancias comprometidas que le dan mayor importancia a la educación en valores, incluso muchas de ellas han hecho que esto forme parte esencial de los contenidos curriculares.
¿Y por qué ha ocurrido este gran cambio? Yo creo que en parte esto se debe a la alarma creada en la sociedad por la degradación de valores que se observa en la juventud hoy en día. Cada vez es más normal ver rebeldía en los jóvenes ante un conjunto de circunstancias que les impide su realización personal.
¿Y quién tiene la culpa de esto? Me pregunto. Saber la causa exacta que lo provoca es algo muy complejo, pero de algo estoy segura, y es de que el primer lugar donde hay que empezar partiendo es desde la propia instancia educativa del ser humano, que es precisamente aquella que tiene la mayor responsabilidad a la hora de transmitir los valores. En mi opinión, este importante patrimonio como es el de los valores, ha sido sacrificado en gran parte por considerarlo anticuado e ineficaz, y porque cada día nuestra sociedad, sobre todo en el ámbito de la educación, nos encontramos más mecanizados que nunca y eso ha acabado revolucionado nuestras vidas, llegando a decrecer la práctica de aquellos valores tradicionales que orientaban a nuestra civilización.
Esta degradación de los valores ha afectado de forma negativa especialmente a una parte considerable de la juventud actual, pues al habernos adaptado a los nuevos tiempos, dejamos de transmitir una de las cosas más importantes que tenemos los seres humanos, que son los valores.
Conservar y transmitir ese legado es precisamente el objetivo que todos, destacando en gran parte la función de los maestros en este caso, que debemos tener muy presente en la actualidad.
¡Ánimo! ¡Tenemos una gran labor, la más importante: EDUCAR PARA LA VIDA!
¿Y vosotros?
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